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El poder de la situación

Os voy a proponer un ejercicio (algo largo, pero muy interesante).

Imaginad la siguiente situación:

Has decidido participar en un experimento que se organiza en la Facultad de Psicología. Estás altamente motivado para participar en el experimento por la razón que sea (motivos económicos -se premia la participación en el experimento si todo va bien-, intelectuales -tienes mucha curiosidad e interés personal en participar, etc).

Cuando llegas al recinto donde se realizará la prueba (que no sabes exactamente en qué consiste), te encuentras en una sala con los demás participantes en la prueba (personas normales, como tú).

Entonces llega el experimentador y selecciona parejas de sujetos. Te selecciona a ti y a otro individuo en primer lugar. Os explica la teoría en que se basa el experimento: comprobar cómo influye un castigo en el aprendizaje. Por ejemplo, como cuando un niño no estudia y se le castiga por ello, los padres esperan conseguir que ese castigo haga recordar al niño que tiene que estudiar. Se espera en el experimento una influencia del castigo sobre la memoria.

Entoces explica que uno de vosotros va a ser el que tenga que aprender ("alumno") y otro, el "maestro", que será el que aplique castigos de intensidad que irá aumentando progresivamente a cada fallo del alumno. Te toca hacer de maestro, así que tienes que sentarte en una silla frente a una mesa con mandos. Tienes una lista bastante larga de grupos de palabras (cielo-azul, animal-feroz...) que tienes que ir pronunciando en voz alta para que el sujeto las vaya memorizando. Después, le dices la primera palabra de la pareja, y el sujeto tiene que recordar la segunda. Si falla, tienes que aplicar un castigo, que consiste en una descarga eléctrica (el sujeto está sentado y tiene unos electrodos por todo el cuerpo). Las descargas irán aumentando de intensidad si el sujeto va fallando.

La prueba empieza, parece sencilla en un principio, pero se va complicando al irse aumentando el número de palabras. Ocurre el primer fallo. Tienes que aplicar el castigo. Dudas un poco, pero le das al botón. El sujeto recibe una pequeña descarga, se altera un poco, pero se rie, está un poco nervioso, pero bien.

Al segundo fallo, aplicas una descarga algo más elevada. El sujeto pone gesto de desagrado, pero parece que no ha sufrido. Os vais poniendo nerviosos. El examinador te ha explicado que para que el experimento salga bien es imprescindible que se sigan todas las instrucciones a rajatabla: tienes que castigar progresivamente todos los fallos, para favorecer que la situación desagradable estimule la memoria del sujeto.

Sin embargo, el sujeto continúa fallando, y tienes que aplicar una tercera descarga que parece bastante más fuerte y desagradable. El sujeto sentado en la silla está bastante nervioso y serio, y tu tampoco lo estás pasando bien...

Los botones para aplicar descargas vienen etiquetados, tanto en voltios como con una descripción: "descarga leve", "descarga moderada", "descarga elevada", "descarga muy elevada", etc. Cuando aplicas los castigos sucesivos, ves que el sujeto sufre, convulsiona, hace intentos de desabrocharse las amarraderas que lo atan a la silla. El experimentador os recuerda que teneis que seguir el procedimiento (si no, fracasará el experimento y no recibireis ningún tipo de compensación económica).

La tensión aumenta, el sujeto reacciona desagradablemente a las descargas, pero te instan a que sigas con el experimento...

¿Qué harías?

¿Continuarías hasta el final?

¿Habrías parado antes?

¿Pararias en algún momento?

¿Cuál sería la máxima descarga que aplicarías? ¿50 voltios? ¿100? ¿180 -que ya es bastante doloroso? ¿Descarga potente de 375 voltios? ¿Descarga máxima, de 405 voltios?

¿Serías obediente, o pararías y estropearías el experimento?

Pensadlo un par de minutos y contestad antes de seguir leyendo, que esto está muy interesante ;)

Para que quede constancia para la posteridad, puedes dejar un comentario con tu respuesta.


Este fue el experimento planteado por Stanley Milgram entre 1960 y 1963, y llevado a cabo en esos años en la Universidad de Yale.



Milgram explicó el experimento que quería realizar a un grupo de psicoterapeutas y psicólogos clínicos, que estimaron que no más de un 1% de los sujetos aplicarían el castigo máximo, siendo obedientes hasta el final.

Sin embargo, Milgram obtuvo unos resultados en los que el 65% de los sujetos -personas normales y corrientes, personas con familia, sujetos respetables, buenos vecinos...- obedecieron hasta el final. El problema es que el grupo de profesionales que no pensó que esto fuera posible sólo tuvo en cuenta para su análisis las características de personalidad de los sujetos, pensando que ninguno de ellos tendría factores de personalidad o trastornos psicopatológicos que les llevaran a inflingir el máximo castigo.

Esto es debido a lo que se llama error fundamental de atribución, que afirma que las personas tienden a explicar la acción de los demás atendiendo a factores de personalidad más que a los factores situacionales, que son determinantes.

Es la presión social, la tensión de la situación la que hace que el sujeto se someta a la autoridad, no considerándose responsable de sus actos, sino como un instrumento que aplica un castigo que le viene impuesto. Son los crímenes de obediencia, torturas y atrocidades cometidas por sujetos normales (no tienen por qué ser psicópatas ni asesinos, simplemente sufren el poder de la situación y se dejan llevar) contra otras personas débiles, indefensas, inocentes...

Este es un fenómeno de influencia social , y su poder viene de que la gran mayoría de las veces los sujetos no son conscientes de tal influencia.

Decir que, obviamente, en el experimento de Milgram las descargas no existían, puesto que el "alumno" formaba parte del equipo de investigación, y fallaba a propósito y simulaba recibir descargas eléctricas. Sin embargo, los sujetos que actuaban como "maestros" pensaban que las descargas eran reales...

Aquí teneis enlaces para verlo a lo youtube (sacado de una película):

Experimento de Milgram (Parte 1)

Experimento de Milgram (Parte 2)

Y aquí, información de este experimento en la Wikipedia.




Si habeis visto la película El Experimento, allí también se refleja el fenómeno de los crímenes de obediencia. La película está basada en otro experimento (ver enlace) en el que los alumnos de una universidad se dividieron en guardias y reclusos, con escandalosos resultados.

1 comentario:

Joapain dijo...

Yo supongo que pararía. Es lo que he pensado cuando he estado leyendo tu exposición de los hechos. Quizás mi opinión no es objetiva puesto que ya había hablado con fry acerca de los crímenes de obediencia.

Es curiosísimo el resultado del 63% de casos que obedecieron hasta el final. Muy ilustrativo el clip de la película. Con ese experimento se explica fácilmente las atrocidades que pueden realizar seres humanos normales al delegar responsabilidades (la conversación en la que dice que para realizar el genocidio de 6 millones de personas hacen falta también la colaboración de millones de personas que moralmente no se responsabilizan de crímenes (los que transportan a los prisioneros, los que los vigilan, los que construyen cámaras de gas piensan que no están asesinando, simplemente conduciendo, vigilando o construyendo máquinas)

Tenemos que aprender a comportarnos de manera libre, pensar por nosotros mismos, comparar opiniones y forjar las propias, y eliminar las instituciones de obediencia pura (como la que utilizan los ejércitos) para que este tipo de atrocidades no vuelva a ocurrir.

El problema es que es muy difícil, y cada cierto tiempo hay nuevos casos de crímenes de obediencia (como en guantanamo o en las prisiones de iraq)

Muy culturizante, enhorabuena por el post, fry.

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