¡Suscríbete! RSS / email

La serpiente que dormía a los pies de la cama

15ene2007

Basado en hechos reales, aunque no lo parezca...



Erase una vez una pequeña serpentita que fue adoptada por una amable señora, que la quería cuidar y darle todo su amor. Como la serpiente era muy chiquitita y muy mona, la tenía suelta por la casa; total, no iba a hacer daño a nadie, con lo pequeña que era. Y así fue, no molestó ni incordió a nadie, y se acostumbró a vivir suelta por la casa y a dormir enroscadita sobre sí misma a los pies de la cama de su dueña. Por cierto, la serpiente era una boa, detalle importante e inquietante...

Total, que la boa fue creciendo, pero seguía portándose tan bien como siempre, y durmiendo siempre tan mona, hecha un ovillito, junto a la cama de su querida dueña, que la cuidaba y la alimentaba con ratoncitos vivos y esas cosas tan monas que comen las serpientes.

Hasta que un día, algo insólito le pasó a la boa: estaba rara, algo inusual le sucedía. Por el día se actuaba como siempre, pero por las noches, su comportamiento cambiaba. El hecho más significativo es que ya no dormía enroscadita y tranquila, sino que se quedaba tiesa como un palo y por las noches se ponía toda estirada, a los pies de la cama de su dueña. Debido este comportamiento, su atenta dueña pensó que estaría enferma, y fue rápidamente a preguntar a un veterinario.

El sujeto en cuestión, sufrío varios infartos y se le cambió la cara de color varias veces cuando la señora le dijo que tenía una boa en casa, y sufrió varios síncopes e ictus cuando la señora le contó el problema de que la boa estaba enferma y dormía estirada. Cuando fue capaz de articular palabra, el veterinario le dijo a la mujer que lo que tenía que hacer era traer a la boa, para que fuera sacrificada, o al menos, sacarla de casa. La mujer contestó que no, que de ninguna manera: le tenía mucho cariño a la boa, y, aunque estuviera enferma, no se iba a deshacer de ella: quería que se curara.

El veterinario, sentándose y abanicándose, intentando tranquilizarse a sí mismo, le explicó a la clienta el problema: "mira, mujer, tu boa está sana, no le pasa nada, pero tienes que deshacerte de ella, porque no se queda estirada junto a tu cama porque le pase nada raro, simplemente está midiéndote a tí, para ver si puede comerte".










-> Cuando me lo contaron anoche, me tiré todo el rato imaginándome a la boa en el suelo, estirándose, midiendo para ver si se jalaba a la dueña... ¡que yuyazo!

2 comentarios:

fry dijo... 1

Primer artículo del año. ¡¡Espero que os guste!!

Joapain dijo... 2

Ja Ja. Que bueno lo de la serpiente midiendo a la dueña. En plan aparcamiento, cuando te pones al lado del hueco para ver si tu coche cabe.

Ir Arriba