¡Suscríbete! RSS / email

Trasfondos II

Más trasfondos de la partida de Dungeons de tiempo atrás.


IRONHAMMER, EL CLÉRIGO DE SAN CUTHBERT

Leed el texto completo

El pequeño Probieu Ironhammer creció junto a su familia en la pequeña aldea de Fishmouth, situada en la Costa de Murnem. Era un pueblecito muy pobre, pero lleno de gente trabajadora, que se dedicaba principalmente a la pesca, pero también a la agricultura y la ganadería. Su infancia la pasó tranquila, puesto que la aldea era tan insignificante que no estaba metida en problemas militares, políticos, ni siquiera religiosos, puesto que no profesaban culto a ningún dios, ya que el mar y la tierra aportaban todo lo necesario.

Pero en una ocasión el pueblo fue por una dura enfermedad, que provocó altas fiebres en la mayoría de la población, llevando a la muerte a algunos de los habitantes más débiles, como niños y ancianos. Como una bendición, apareció al poco tiempo un personaje de imponente aspecto, ataviado con el medallón del dios San Cuthbert. Se presentó como enviado de dicha deidad y prometió curar a los enfermos a cambio de un generoso donativo para su dios. Los aldeanos depositaron su esperanza, así como su hospitalidad y dinero en este personaje, que, efectivamente, curó a la mayoría de los enfermos, al “bendecir” el pozo del pueblo.

Sin embargo, el pequeño Ironhammer desconfiaba de este hombre, pues veía en él algo que el resto de habitantes no apreciaban, y era algo oscuro. Poco antes de que este sujeto abandonara la aldea, con el agradecimiento (y dinero) de esas buenas gentes, este niño tuvo un sueño muy vívido: en él pudo observar al avatar de San Cuthbert , que denunció que el salvador de la aldea era en realidad un impostor que había robado el medallón que lucía y se comportaba como un falso clérigo, pues fue este autonombrado clérigo el que envenenó el agua de la aldea, y luego la restableció a la normalidad mediante una cura que vertió en el pozo, habiendo provocado muertes entre los enfermos y dejando al poblado sin sus recursos económicos, que invirtieron en agradecimientos por la cura. San Cuthbert encargó al niño que denunciara al farsante frente a los aldeanos, y que recuperara el medallón robado, y así lo hizo Ironhammer: cuando el timador se disponía a marchar, vitoreado alegremente por todos los aldeanos, reveló a todos su visión, y atacó al farsante. En el forcejeo, se abrió el petate del viajero, cayendo todo el dinero recaudado en el pueblo, así como frascos que contenían un conocido veneno, prueba de la traición del falso clérigo.

Puesta en evidencia su mentira, el embaucador se enfureció y arrojó a lo lejos a Ironhammer, ante la incrédula mirada de los aldeanos, y se armó con una varita, la cual lanzó una bola de fuego dispuesta a destruir al osado joven. Fue entonces cuando el medallón de Sant Cuthbert empezó a brillar en el cuello del farsante, y el pequeño Ironhammer vio cómo el avatar de San Cuthbert creó una barrera de protección que evitó que la bola de fuego lo hiriera, a la vez que un destello surgió del cielo y descendió hasta el timador, que quedó reducido a polvo humeante. Sin embargo, las pertenencias no fueron destruidas, con lo que los aldeanos pudieron recuperar su dinero, y el pequeño Ironhammer recuperó el medallón robado.

Desde entonces, en la aldea se levantó una capilla en honor de San Cuthbert, y el pequeño protagonista fue conducido por el medallón a presencia de la orden clerical de este dios, donde fue instruido.


Más trasfondos en breve, aunque no podré ponerlos todos, porque hay alguno que me falta (pícara, que lo hizo DominicZe...)

¡saludos!

Sin comentarios

Ir Arriba